POD

Autor: Stephen Wallenfels.

Editorial: La Galera.

Número de páginas: 312.

Formato: Tapa blanda con solapas.

Colección: Luna roja.

Sinopsis:

Parece un día más hasta que el cielo se cubre de unas esferas metálicas que comienzan a disparar contra todos los vehículos. En dos lugares diferentes, un chico y una chica quedan atrapados en sus casas sin poder salir. La novela va saltando de un personaje a otro, y cómo han de irse ajustando a su encierro sin alimentos, sin información... y viendo desde sus ventanas cómo, con el paso de los días, nuestra civilización va viniéndose abajo.

Gracias a la editorial La Galera por el ejemplar.

Imagina que un una noche un sonido ensordecedor te despierta. Es tan fuerte el pitido que retumba en tu cabeza que solo puedes llevarte las manos a la misma, encogerte, y esperar que pare... o que te explote la cabeza, vete a saber.

Cuando pasa la confusión, a medida que vas recuperando el oído y el molesto chirrido del cerebro disminuye poco a poco, empiezas a decirte...¿qué ha sido eso? ¿me ha pasado solo a mi?... Eso es justo lo que piensa Josh antes de que su padre entre en la habitación con el mismo desconcierto pintado en la cara. ¿Qué ha ocurrido?. Confusos se acercan a la ventana, y es cuando encuentran algo en el cielo de Washington que antes no estaba ahí. Ni la noche anterior, ni todas las demás de su vida.

Unas esferas negras flotan en el cielo amenazantes, silenciosas...

Podría tratarse de muchas cosas, pero cuando la gente se atreve a salir de sus casas y estas mismas esferas emiten rayos que literalmente hacen desaparecer cualquier cosa que toquen...pues hombre, empiezas a mosquearte.

Ante los ojos de Josh y su padre los láseres de luz engullen tanto a personas como a coches. Pues que plan...¿qué hacemos?...anda, cierra bien la puerta y haz como que no estás. Como cuando llaman los testigos de Jehova, o el plasta de las enciclopedias.

En otro lugar no demasiado lejos de ahí, en Los Ángeles, nos encontramos a la joven Megs. Su madre y ella han viajado en coche durante días. Y con la excusa de una entrevista de trabajo a la que su hija no la pueda acompañar, la deja esperando dentro de este, aparcados en el garaje de un hotel. Si, digo "aparcados" porque la niña se queda ahí como si fuera el repuesdo de la rueda que se guarda en el maletero. En fin... el caso es que todo esto la pilla durmiendo en el asiento de atrás, metida en su saco de dormir, hasta que el pitido que os he mencionado antes la deja sin aliento. No le da tiempo a reaccionar hasta que empieza a ver un montón de gente dirigirse hacia sus coches y...como cunde el pánico al estilo peli de miedo americana. La gente saca pistolas, en su frenética huida atropellan gente...vamos, que a la pobre Megs se le quitan las ganas de salir a ver qué pasa.

Así empieza este libro de invasión alienigena sin alienigenas que trata sobre la supervivencia. Josh y Megs tendrán que enfrentarse a la amenaza de lo desconocido, y al peor de los temores... sus propios límites.

La opinión de las Valkyrias...

Como he dicho antes este libro es una historia de extraterrestres y sin embargo ninguno aparece ni siquiera para decir "hola". Al principio me extrañó... pensaba "¿pero qué pasa?, ¿donde están los bichos verdes con antenas? ¿y los Men in Black?"... pero es que el encanto, la mágia, el alma de este libro no es la invasión en sí, sino lo que esto conlleva al ser humano. Como se comporta al limitar sus recursos, como despierta el instinto de supervivencia y se vuelve cruel hasta el más pacífico.

Megs

Eso encontrareis en POD. Situaciones cada vez más extrañas que llevarán a nuestros protagonistas a límite, a la incertidumbre de un mañana que poco a poco se va apoderando de todo lo que les queda. Y cosas tan simples como el comer, el beber, o dormir...se convierten en armas que nos destruyen desde dentro.

Me gustó especialmente el hecho de que ambos protagonistas fueran historias contadas por separado. Cada capitulo transcurre en el mismo momento, pero visto desde situaciones diferentes. Josh está en casa con su padre y su perro. Megs en el garaje de un hotel. Evidentemente la evolución no va a ser igual para ambos. Él administra lo poco que tiene, ella tiene que buscarse la vida partiendo de que no tiene nada. Solo una nevera en el maletero con hielos descongelados y pan de perrito caliente y lonchas de mortadela flotando en el mismo. Oye, en esa situación eso es un manjar XD Igualmente no es lo mismo enfrentarse a una situación extrema solo que acompañado. Puede parecer que Megs está en desventaja, pero estar acompañado no significa que sea más fácil. No solo te enfrentas a tu posible muerte, sino también a la de un ser querido.

"Meto la nevera en el coche y la abro. Hay un montón de tesoros.
(...)
Cuatro latas de cerveza, una de Sprite, un paquete medio vacío de mortadela con pimienta que robamos en un Safeway de Bakersfield, ocho panecillos de perrito caliente reblandecidos, un puñado de sobres de mostaza y un poco de queso amarillo pestilente, metido en una bolsa de congelación.
(...)
Echo un poco de mostaza en la mortadela. Envuelvo con ella un trozo de queso pestilente. Después me tomaré un bollo de perrito caliente. Será el postre.
Donde quiera que esté, mamá se sentiría orgullosa. Me he preparado el almuerzo yo solita."

Jos

La trama es fluida, con un toque de intriga y de tensión, sobretodo con Megs, que te mantiene con la espalda tensa como un palo. Esta niña de 13 años es pura superación. Me sorprendió, y la admiré desde el principio. No solo por la entereza que demuestra, sino por que a su corta edad hace una increíble demostración de inteligencia. Y la tía se esconde con una destreza que ni Wally.

Josh fue, sin duda, mi favorito. Este muchacho de 16 años es el punto de humor y sarcasmo que hace contraste con el drama de Megs. Y no es que lo tengan más fácil que ella. Es solo que él se esconde tras esa fachada para evitar pensar en el drama que realmente rodea su situación. Y es que el punto lacrimogeno, en mi opinión, pesa totalmente sobre su historia. Pero ya no puedo decir más.

"-¿Tienes ropa blanca que lavar?-pregunta-. Voy a poner una lavadora.
-El mundo está a punto de acabarse y tú te pones a lavar la ropa?-le pregunto.
-Le prometí a tu madre que ni dejaría que se amontonase la ropa sucia mientras esté fuera-me contesta él.
Voy a tener que buscar la definición de locura Está en mi cuarto, preguntándome si tengo ropa blanca que lavar. Me incorporo y señalo por la ventana.
-¿Crees que les importa una puta mierda si llevamos los calzoncillos limpios?"

Los personajes, a pesar de que son escasos... adolescente-niña-adulto-perro-esferaasesina... hacen perfectamente su papel (bueno, los aliens no es que hagan mucho). Ya que todo el peso de la historia cae sobre ellos, para que el libro fuese bueno estaba claro que estos tenían que estar muy definidos y enganchar al lector. Y sin duda el autor ha sabido hacerlo.

La única pega que voy a ponerle es el final. Me gustó pero me faltaron páginas. Aunque todo apunta, en mi opinión, a una segunda parte que si alguna vez ve la luz...yo no voy a perderme ^^