Cuando pase la tormenta

Título: Cuando pase la tormenta.
Autor: Lucía de Vicente.
Editorial: ERIDE.
Número de páginas: 528.
Encuadernación: Tapa blanda.
Sinopsis:
Mary Mantley recibe el encargo de viajar a Kenya para realizar un reportaje fotográfico. Lo que ella no sabe es que esto sólo es una excusa para alejarla del peligro que amenaza su vida. Alguien ha descubierto los diarios privados de su padre, el coronel Jonathan Mantley, en los que relata las hazañas de un grupo de ególatras que tienen en su mano el destino de toda la humanidad.
David Silford es el único hombre ca- paz de protegerla. Un duro ex agente secreto, orgulloso, machista y manipulador.
Mary derribará todas sus barreras superando cada reto que él pone ante ella. Pero el camino a seguir supone un alto precio y ahora, además, están en peligro sus corazones…

Gracias a la Editorial ERIDE por el ejemplar ^^

Mary es una prestigiosa fotógrafa que hace reportajes para una famosa revista. Tiene talento y absoluta pasión por su trabajo. Su vida ha sido siempre un ir y venir de viajes sin mucha estabilidad, desde muy pequeña. Su madre falleció poco meses después de que naciera, y ha vivido con el recuerdo de una padre prácticamente ausente, a caballo entre el hogar y una escuela en Suiza donde pasaba la mayor parte del año. No porque Jonathan no la quisiera, ni mucho menos, la adoraba como cualquier buen padre debe amar a sus hijos. Pero es que él no solo era un militar, siempre en misiones de un lugar a otro... el Coronel formaba parte del Servicio secreto Británico.

La cosa no acaba ahí, sin quererlo Jonathan se vio de pronto inmerso en una red de manipulación y corrupción más grande de lo que era capaz de soportar, formando parte de un grupo de personas que dirigen el mundo y nuestros destinos como quien mueve fichan en el tablero de un Ajedrez. Sin importar las piezas que caigan por el camino, o cuantas se lleven a su paso. Acorralado, no le queda otra opción que dejar que su mejor amigo, y padrino de Mary, cuide de ella. Thomas Silford y su mujer Margareth la conocían desde que nació, y en su casa era una más junto a su hijo, David. Un poco más mayor que la niña. Thomas es un reconocido magnate de mundo de la comunicación, con una gran empresa a su nombre que algún día espera que su hijo herede.

Pero la relación entre Thomas y David es brusca, forzada y tensa. Hasta tal punto que al morir la madre de David, tras una dura enfermedad, padre e hijo rompen su relación y este último lo deja todo y marchar al ejercito, donde coincidirá con Jonathan, su padrino y al que considera mejor figura paterna que su propio padre, terminando también metido en el Servicio Secreto.

Pasan los años y Jonathan muere... pero antes le hace llegar a Thomas un sobre con un diario y todos los archivos que demuestran dónde estaba metido y lo que esa gente pretende hacer con el mundo. Y este, llevado por su espíritu vocacional y la necesidad de vengar a su amigo, se mete en un asunto tan turbio y peligroso que no solo pone su vida en juego...sino también la de Mary.

Los personajes:

Mary Mantley
A sus 24 años Mary es enviada a Kenia por su tutor, Thomas. Supuestamente tiene que hacer un reportaje sobre cazas furtivas. Allí tendrá un guía con el que realizará un safari fotográfico, y además la protegerá de cualquier pelígro. Lo que no sabe es que su tutor lo que está haciendo es alejarla todo lo posible de Londres, y de la amenaza que se cierne sobre ellos. Ni tampoco sabe que ese guía será David, del cual hace once años que no sabe nada, ni quiere. Es una chica deportista, camaleonica, y muy muy cabezota. Por no parecer débil o vulnerable caerá en todos los retos que David ponga en su camino.

      David Silford
Es un hombre de 35 años hecho a sí mismo, desde muy joven se rebeló a la presión que pretendía ejercer su padre sobre él. Cuando terminó de estudiar falleció su madre, que era la única persona capaz de mediar entre padre e hijo, y con ella murió la relación entre ellos. David formó parte del Servicio secreto Británico, pero hace años que está retirado y actualmente vive en Kenya, donde posee un negocio de Safaris para millonarios caprichosos. Lo que no esperaba, alejado como estaba de su anterior vida en Londres, es que su padre recurriera a él para proteger a la última persona en el mundo de la que querría saber nada.

Son muchas las sensaciones que me ha transmitido este libro, en su mayor parte buenas, más que buenas. Lucía de Vicente me ha enamorado con esta novela, que además es la primera que publica, y no he podido dejar de asombrarme ante la facilidad que tiene a la hora de escribir y crear una historia, y del gran trabajo de documentación que hay detrás de este libro, simplemente maravilloso.

La mayor parte de la historia transcurre en Africa, concretamente en Kenya, por donde nuestros protagonistas se irán moviendo y nos meterán poco a poco en la cultura y en el entorno que les rodea. Las descripciones que nos va dando Mary son tan vívidas, y dadas con un detalle tan sencillo y a la vez tan preciso, que te parecerá estar viendo esos paisajes llenos de luz y de naturaleza salvaje.

Pero no todo transcurre en el mismo lugar, como he dicho antes nuestros protagonistas se irán moviendo, y no solo eso... también tendremos oportunidad de saber qué ocurre a su vez en Londres y en otros lugares, con otras personas, de los que no puedo hablar ;)

Todos los capítulos están encabezados con un proverbio de diferentes lugares de Africa, muy acertados y muy curiosos. También con un escrito del Coronel Mantley, el padre de Mary, en su diario. Por lo que iremos conociendo a medida que pasan los capítulos, como él se fue enterando de lo que ocurría en esa "organización" en la que estaba metido a la fuerza, y las decisiones que tomará. Son muy muy interesantes, y en ocasiones daba miedito pensar que en la vida real un grupo de personas pudiese hacer algo así con el mundo...(si es que no lo están haciendo ya XD). Y justo después la fecha y el lugar donde se desarrolla la escena, para ya dar paso al presente.

Aparte de una trama de gobiernos corruptos, de agentes secretos, dominación mundial, etc etc... también está la relación entre Mary y David. A medida que vayan sucediéndose los acontecimientos, y saliendo a la luz muchos y peligrosos secretos, ellos irán evolucionando y dejando atrás, con mucho esfuerzo, esa hostilidad que sienten el uno hacia el otro desde niños, y que les aleja de la realidad. Ambos tienen un concepto equivocado del otro, dejándose llevar por una impresión equivocada, pero bastante reacios a creer, y aceptar, que las cosas no son así.

"-Mira David, dejémonos de tonterias y hablemos claro de una vez por todas-explotó-. Sé que toda la vida me has tenído unos celos enfermizos porque creías que quería robarte el cariño de tus padres...
-¿Yo?-la interrumpió.
-Sí, tú. Pues bien, ¡entérate!, jamás he querído nada que no fuera mío. Yo tenía un padre que me adoró hasta el día de su muerte; no necesitaba al tuyo. Y sí, echaba de menos a una madre que me quisiera y mimara pero... ¿sabes una cosa? Aunque idolatraba a Margareth, quien yo quería que me abrazara era la mía. Claro que eso era imposible; a mi alrededor siempre había un niño cabrón que se empeñaba en recordarme que yo la había matado."

Pero las dificultades y los retos del camino les hará abrir los ojos, y poco a poco dejar esa tensión que sienten al estar cerca. Más por parte de Mary que de él, todo sea dicho. Ella es la que más evolucionará de los dos, con muchos fantasmas que vencer dentro de ella. Pero David, a pesar de parecer un hombre presuntuoso y algo machista, poco a poco irá dejándose ver. Y hay mucho que ver en él.

"-Mira pequeña...
-¡Ni se te ocurra llamarme así!
-Señorita Mantley..., aquí hay varias normas que vamos a aceptar ambos desde un principio. La primera es que no me gritas y la segunda, es que aquí el que manda soy yo."

Me han gustado mucho ambos personajes, y también los secundarios, en especial el papel de Thomas Silkford entre todos ellos. Es el típico Inglés impecable y recto. Es cabezota, orgulloso, pero tiene un corazón enorme.

Los diálogos son directos, entretenidos y muy inteligentes. Me reí muchísimo con las continuas disputas de los protagonistas. A pesar de que todo se va resolviendo poco a poco no se me hizo pesado, incluso me llevé alguna sorpresa que no esperaba, jeje Con todos esos secretos y misterios es fácil devorar un libro.

Pero lo que más, más, más me gustó... sin duda fue el final. Me ENCANTÓ, creo que es el mejor final que le podían haber dado. Bueno, el epílogo en sí me gustó muchísimo, y fue una alegría leerlo, pero es que el final es de los que te dejan soltando una carcajada. Total, que lo cerré con una sonrisa enorme. Y eso me encanta en un libro.